El NaNoWriMo es una de esas «cosas» que generan reacciones negativas sin razón aparente. Al comenzar el NaNo, decidí decirles a todos mis amigos y familiares que no estaba disponible en el mes de Noviembre porque participaba en esta competencia y las reacciones no se hicieron esperar. La mayoría de ellas era de «apoyo con reservas»
«No vale la pena escribir, sino haces algo que sirva» -dijo un amigo que parecía no percatarse de la contradiccion de sus palabras. ¿Cómo puedes saber de ante mano, si algo sirve o no? a menos que tengas una maquina del tiempo o una subscripción al «Nostradamus Time»
Yo estaba decidida, así que no había palabra de desaliento que cumpliera su propósito, pero lo más aterrador llego el día que alguien me dijo «No niego que escribir durante un mes, es mejor que beber en un PUB todos los días, pero para escribir se necesita tener un don» Despues de eso, se lanzo en una dicertación sobre la nacesidad de conocer con preción el lenguaje culto, la gramática, las reglas de ortografía y otras cosas antes de ponerse a escribir.
No puedo negar que todo eso es necesario, pero más allá del producto final, escribir es una actividad placentera, como correr una maratón, escalar una montaña o pintar cuadros para poner en la sala de tu casa. Pero a nadie se le ocurriría comparar correr una maratón con beber en un pub o tumbarse en el sofá a ver televisión. Todos alentaríamos la primera sin dudarlo.
Entonces fue cuando entendí que estaba pasando y porque esa reacción tan irracional y negativa a la idea del NaNo. Escribir esta reservados para las elites. Esos enviados de Dios, con lenguaje hermenéutico y mensaje profundo. Los demás deberíamos dedicarnos a leerlos y nada más.
El NaNoWriMo por el contrario, estimula a que cualquiera escriba. Y aunque la frase trae con sigo un dejo despectivo, me refiero justamente aquellos sin educación formal que les apasiona la literatura y les hubiera gustado escribir o a los que como yo, solo lo hacen para divertirse, sin un fin comercial.
Así que no dejes que nadie te diga que no lo puedes hacer… solo animate! Como lo hizo la escritora de «Agua para elefantes» que participo en el NaNoWriMo y de él nació esta novela y ahora la película.
Etiquetas: Escribir, nanowrimo
Cuando escribir es una adicción 
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